Para la curación de las circunstancia, del físico, de nuestra discordia contra la naturaleza, es también para la curación de nuestro Karma de esta vida, pero también para la curación de nuestro Tikun de vidas anteriores, para la curación de todos los aspectos en todas las dimensiones, también para la curación de nuestra comunicación con Dios.
(Salmos 80:20) (Trad. judía):
¡Oh HaShem, Dios de los ejércitos, haznos volver! Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
Fuente: Meditación guiada por el Maestro Albert Gozlan.
Para matar a zatán hay que respirar (hay que acabar, con los nervios, estrés, angustias y los conflictos internos que tenemos.
Albert Gozlan